En un artículo anterior te hablamos del coaching ontológico como aquel que trata de que las personas lleguen a observar, pensar, sentir y desafiar a los modelos mentales obteniendo resultados en corto plazo.
Este tipo de coaching es más trabajado desde dentro de la persona, siendo él o ella misma quien tome las riendas y se de cuenta de qué es lo que falla y qué está bien para enmendar sus errores y potenciar aquello que hace bien.
Pero este coaching ontológico no se puede clasificar como un «autocoaching» ya que, primero, no es a largo plazo y, segundo, el coaching ontológico requiere de una persona que te haga ver los errores y te dé las pautas para eliminarlos, al margen de que nosotros nos demos cuenta.
Por eso existen otro tipo de coaching, el auto coaching, que está basado en la filosofía del coaching ontológico, donde es la propia persona, sin ayuda de nadie, el que intenta evaluar su vida y ver si realmente está haciendo bien las cosas o podría mejorar en algunos aspectos.
El Auto coaching es el proceso de trabajar con uno mismo usando las herramientas y las técnicas del coaching profesional para uno mismo. Aquí no hay ayuda, eres tú mismo quien ha de saber qué errores cometes, qué descubres, qué soluciones hay, etc. Todo ello lo haces por tí mismo, que a veces obtienes más placer por ello que si otro te dice en lo que fallas.