Cuando estás trabajando uno de los miedos que puedes tener es el no poder hacer bien las cosas. Siempre se piensa de forma negativa, tanto en lo profesional, como en lo personal. Es muy posible que pienses que va a salir mal, que no sabes, etc.
Por eso, cuando te plantean el coaching, es más que normal hacerte preguntas del tipo: ¿me ayudará? ¿Puedo intentarlo y ver qué pasa? ¿A lo mejor me sirve?
Muchos, cuando se plantean el coaching, desisten inmediatamente de la idea porque piensan que el coaching es tener a una persona a tu lado que te va a decir lo que tienes que hacer en todo momento y, por ello, a someterte a las burlas de compañeros y amigos que piensan que no eres capaz de tener éxito por tí mismo.
Pero el coaching sabemos que no es eso. Nadie te va a criticar ni a examinar ni a correr riesgos porque un coaching no te va a decir lo que tienes que hacer, te va a asesorar, no a elegir.
En este caso el fracaso seguirá latente en nosotros pero nos daremos cuenta del mismo antes incluso de que suceda gracias al coaching. No siempre vamos a acertar, quizás habrá momentos en que dudemos y cometamos errores, pero cada vez serán menos y el miedo al fracaso que teníamos en un principio serán cada vez menores.
One Comment
Senior Manager
Hola Adana, precisamente voy a publicar en un par de horas un post muy relacionado a lo que expones aquí, pero a manera de caso práctico real, con un relato y unas preguntas que bien podrían ayudar a potenciar este post tuyo.
Creo que los fracasos son excelentes oportunidades de coaching.
SM